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    DISC en la comunicación interpersonal

    La comunicación es esencial en cualquier proceso dentro y fuera de la empresa y acaba por convertirse en un factor imprescindible para que las relaciones funcionen adecuadamente. Cualquier actividad humana se desarrolla a través de la comunicación. Esta constituye uno de los elementos más importantes para la mejora de los resultados de las personas y por ende, los de la organización. ¿Qué papel juega la Metodología DISC en la comunicación interpersonal?

    Empecemos por comentar aquí los antecedentes de la Metodología DISC.

    Hace casi 100 años, un doctor en psicología por la Universidad de Harvard, William Marston, estudió con detalle los patrones del comportamiento humano, los clasificó y desarrolló ciertos perfiles conductuales que hoy conocemos como los perfiles D.I.S.C. Gracias a sus estudios, pudo probar que en una misma situación las personas reaccionan de formas diferentes, y lo más interesante, a través de la observación de cientos de casos, pudo agrupar a las personas que tiene no sólo características similares en su reacción, sino también en su forma de comunicarse, emocionarse, su ritmo, sus miedos primarios, su forma de liderar y relacionarse con los demás, y que además, este comportamiento se mantiene en el tiempo. Marston determinó así cuatro estilos fundamentales de comportamiento, en los que nos englobamos la mayoría de los seres humanos.

    William Marston, investigador, profesor universitario y autor de “Emotions of Normal People” (Emociones de las Personas Normales), aseguraba que cada uno de nosotros somos únicos y diferentes, “pero predeciblemente diferentes”. Es decir, solemos reaccionar, comunicarnos y expresar emociones en formas similares a otros. Es lo que llamó el perfil conductual; patrones de comportamiento y reacción que solemos repetir frente a distintos tipos de situaciones o personas, y que son comunes a otras personas.

    Aprender el «lenguaje» DISC: Adaptar tu “lenguaje” al “lenguaje” de la otra persona

    Es tan sencillo como aprender a «hablar» el mismo idioma de tu interlocutor. Te pondré un ejemplo, si tu hablas sólo un idioma, por ejemplo el inglés, y mi idioma materno es el español pero también sé hablar en inglés ¿en qué idioma crees que debo hablarte para conseguir que nos entendamos? ¿En mi idioma natural (el español) , con el que me encuentro más cómoda y que es el que me resulta más fácil de hablar? ¿O en tu idioma, en el que sé que vas a comprender mi mensaje y la conversación puede fluir con facilidad? La respuesta resulta obvia, ¿verdad?. Si trasladamos este ejemplo a la Metodología DISC, como interlocutor tuyo, sólo conociendo tus necesidades, tu estilo de comunicación, tu ritmo, tus miedos y tu forma de relacionarte, podré adaptarme a tu estilo de comportamiento para que nos entendamos con éxito en cualquiera que sea la situación. Un mismo mensaje, expresado de una manera en particular, puede parecer agresivo o rudo para una persona y emocionante y retador para otra. Este es el gran valor de DISC como herramienta de comunicación.

       Reconociendo los cuatro Perfiles de Conducta DISC

       La mejor manera de reconocer fácilmente los distintos perfiles DISC, es identificar a alguna persona de           tu entorno que encaje en una de las siguientes descripciones.

    D – ¿Conoces a alguien que es asertivo, determinante y que se enfada con facilidad?

    Estas personas son enérgicas, directas y decididas, es lo que llamamos el estilo Decisivo.

    La mejor manera de comunicarte con él/ella es:

    – Sé breve, directo/a y dale sólo la información precisa.

    – Dile lo que esperas de él, para cuando y cual es el objetivo

    -Mantén un ritmo rápido o te percibirá como un/a profesional incompetente.

    -Sé eficiente con él y dale soluciones que le ayuden a alcanzar sus objetivos.

    I – ¿Tienes algún amigo que es muy comunicativo, expresivo, emocional, popular y amigable?

    Estas personas son optimistas, amistosas y habladoras, es lo que llamamos el estilo Interactivo.

    • No vayas al grano, dale tiempo para socializar.
    • Es una persona que trabaja bien en equipo, le gusta la interacción.
    • Es creativo, de ritmo rápido y le gusta disfrutar de la experiencia hasta llegar a la meta.
    • En la medida de lo posible no hagas que tenga que manejar detalles, le aburre y le frustra.

    S – ¿Algún compañero de trabajo es un gran escuchador, le gusta trabajar en equipo y es muy tranquilo?

    Estas personas son estables, pacientes, leales y prácticas, es lo que llamamos el estilo Sereno.

    • No vayas al grano, necesita calentar motores, le encantará que le cuentes algo personal sobre ti
    • Necesita que le des la información. Qué lugar tiene en el equipo y cuales son sus tareas
    • Es de ritmo lento, dale tiempo para prepararse.
    • Necesita un entorno seguro y en la medida de lo posible con pocos cambios para sentirse cómodo.
    • Evita decirle cosas en público. Prefiere el trato personal, un «one to one» donde puedas comunicarle tus necesidades con respecto a él de forma privada.

    C – ¿Alguna vez has tratado con alguien al que le encantaba reunir datos, le gustan los detalles y son muy concienzudos en todo lo que hacen?

    Estas personas son precisas, sensibles, diplomáticas y analíticas, es lo que llamamos el estilo Cumplidor.

    • Sé preciso/a, lógico/a y estructurado/a.
    • Quiere saber datos y prefiere comunicarse por email, que pasarse por tu mesa.
    • Necesita tiempo para analizar los datos y crear la estrategia, tenlo presente.
    • Le gusta trabajar en un entorno organizado y una agenda detallada.

     

    La mayoría de las veces nuestra comunicación requiere de una adaptación para conseguir los resultados esperados. Conocer las necesidades en la comunicación de nuestro entorno es fundamental para el éxito en el resultado. La falta de adaptación genera frustración con las personas que no son como nosotros, etiquetándolas, en ocasiones, como personas «raras» o «difíciles» y afectando de manera decisiva a la efectividad de nuestras relaciones, nuestro liderazgo y nuestro poder de influencia.

    Olvida el viejo dicho de «Trata a los demás como te gustaría ser tratado»; en un alto porcentaje de veces no funcionará, porque las personas con las que nos relacionamos pueden percibir el mundo de diferente manera a la nuestra. Sin embargo, «Trata a la personas como les gustaría ser tratados». Es así como se sentirán comprendidos, apoyados y motivados para la consecución de los objetivos marcados.

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